No vivir
un tanto en el festín de las moscas
es un decir que responde
al eje diminuto del hambre.
Uno se inclina y le roza
en la nariz el moribundo
(el que se buscaba en un tiempo frío
en el refrigerador de las conciencias)
y que ahora aparece
patentizado en los embutidos:
ese que fue un surtir acusador
y supo como un acordeón
apretar sus hombros en las latas
1 Locura De Locuras:
La Mosca Está En La Sopa...ACEPTEMOSLO.
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