2/8/11

0j0s DE PeRRo aZuL

Todo esto de OjOs DE PeRRo aZuL viene porque además de ser un cuento del gran García Marquez cuando me encontraba deambulando por Guayaquil City me llevaron a la ZONA ROSA y allí fuimos a un bar de música en vivo que lleva ese nombre. Si algún día van a Guayaquil no duden en darse una vuelta por ese lugar en el que además de respirar muy buena vibra, fumar adentro(siii, si sos argentin@ me entendes lo que te trato de decir) y sentir una conexión cultural inexplicable van escuchar buena música en vivo como la de la banda de la amiga Mau Garcerant que con su voz de la hostía hace templar las paredes en las que se puede observar dibujos y frases del maravilloso cuento.


(...) cuando le dije:_ OjOs DE PeRRo aZuL. Ella me dijo, sin retirar la mano del velador:_ Eso. Ya no lo olvidaremos nunca. Salió de la órbita, suspirando:_ OjOs DE PeRRo aZuL. He escrito eso en todas partes.

(...) ella se quedó inmovil, calentándose en la órbita del velador, y dijo:_ A veces creo que soy metálica.
Guardó silencio un instante. La posición de las manos sobre la llama varió levemente. Yo dije:_ A veces, en otros sueños, he creído que no eres sino una estatuilla de bronce en el rincón de algún museo. Tal vez por eso sientes frío. Y ella me dijo:_ A veces, cuando me duermo sobre el corazón, siento que la piel se pone dura. Siento que el cuerpo se me vuelve hueco y la piel como una lámina. Entonces, cuando la sangre me golpea por dentro, es como si alguien me estuviera llamando con los nudillos en el vientre y siento mi propio sonido de cobre en la cama. Es como si fuera así como tu dices: de metal laminado.

(...) Su vida estaba dedicada a encontrarme en la realidad, a través de esa frase identificadora:"OjOs DE PeRRo aZuL". Y en la calle, iba diciendo en voz alta, que era una manera de decirle a la única persona que habría podido entenderla:_ Yo soy la que llega a tus sueños todas las noches y te dice esto: "OjOs DE PeRRo aZuL".

(...) En alguna ciudad del mundo, en todas las paredes, tienen que estar escritas esas palabras: OjOs DE PeRRo aZuL -dije-. Si mañana las recordara iría a buscarte.

(...) Nuestros encuentros terminaban siempre así, con el caer de una cucharita en la madrugada.

(...) Mañana te reconoceré por eso-dije-. Te reconoceré cuando vea en la calle una mujer que escriba en las paredes: OjOs DE PeRRo aZuL. Y ella, con una sonrisa triste(que era ya una sonrisa de entrega a lo imposible, a lo inalcanzable), dijo:_ Sin embargo no recordarás nada durante el día.
Y volvió a poner las manos sobre el velador, con el semblante oscurecido por una niebla amarga:_ Eres el único hombre que al despertar, no recuerda nada de lo que ha soñado.